Cuando los primeros empresarios hoteleros pusieron sus ojos en el extremo oriental de la República Dominicana, Punta Cana era sólo selva y playas vírgenes. Una arena finísima de origen coralino que no quema pese a que el sol calienta a conciencia ese rincón tropical donde el océano Atlántico se convierte en mar Caribe. Bávaro, Juanillo, Cabeza de Toro, El Cortecito o Macao son algunas de esas playas de aguas turquesas sombreadas por cocoteros que atraen cada año a millones de visitantes de todo el mundo. El portavoz del ministerio de Turismo Prudencio Ferdinand nos recoge en el aeropuerto internacional de Punta Cana para emprender un recorrido costero en compañía de la periodista dominicana Vanesa Moya. También hacemos varias excursiones por la provincia de La Altagracia más allá de los resorts de todo incluido. Violeta Sedano de la Rosa, natural de Higüey, nos presenta su capital; el artesano tabaquero Luis Rodríguez muestra los secretos del puro dominicano; y el escritor Norberto Azor nos descubre la historia y la rica gastronomía de este costado de la isla de la Española.