El agua está profundamente ligada al espíritu bretón, sea la salada que golpea sus dentadas costas o la dulce que fluye por sus abundantes ríos. En la confluencia de dos de ellos –el Ille y el Vilaine– se eleva un promontorio sobre el que se fundó, dos siglos antes de Cristo, un poblado galo posteriormente ampliado por los romanos. La antigua Condate –reflejada, por cierto, en los álbumes de Astérix– es hoy capital de la región de Bretaña: una urbe joven de tamaño medio, culturalmente inquieta y muy rica en historia. Paseamos por sus callejuelas de origen medieval con la guía Paloma Domínguez y el estanquero David Corrillero; probamos la cocina de Olivier Kozyk, chef de la Crêperie Saint George; y charlamos con Guillaume Goumy, batería del grupo de rock local Marcellus' Bartards. Completan este retrato sonoro de Rennes las voces del director del hotel Le Magic Hall, Mathieu Richard, y de la responsable de comunicación de Turismo de Bretaña, Deborah Le Goff.