Más allá de una preparación física fuera de serie y una equipación material a la altura del desafío, alcanzar el Polo Norte geográfico requiere una enorme fortaleza mental. El paisaje en la banquisa ártica es mortalmente monótono, sin más referencias que una llanura blanca interminable, un infierno de hielo en torno al punto teórico atravesado por el eje de rotación terrestre. Un destino invisible e inasible, pues lejos de ser tierra firme es un trozo de hielo a la deriva. Pese a los innumerables peligros y lo ruinoso de la empresa, cientos de expediciones intentaron conquistarlo entre los siglos XIX y XX. Ningún humano consiguió llegar (pese a las falsas reclamaciones de Frederick Cook y Robert Peary) hasta que el noruego Roald Amundsen y el italiano Umberto Nobile lo sobrevolaron en dirigible en 1926. El físico e investigador de la historia de la exploración polar Javier Cacho nos ayuda a comprender las características de este medio tan hostil como fascinante, en cuya exploración se han perdido miles de vidas a lo largo de cinco siglos. El geógrafo Eduardo Martínez de Pisón y el divulgador científico Javier Peláez completan el retrato de este destino anhelado y extremo. Además revivimos las sensaciones y emociones de la ambiciosa expedición organizada en 1999 por el programa de Televisión Española 'Al filo de lo imposible' en colaboración con las Fuerzas Armadas; el teniente general Curro Gan y el director del espacio, Sebastián Álvaro, nos acompañan en una arriesgada travesía de más de mil kilómetros desde Siberia hasta los 90 grados de latitud norte. Una región que está acusando, con preocupante intensidad, los efectos del calentamiento global: las investigadoras del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC Carolina Gabarró y Vanessa Balagué nos permiten perfilar la magnitud del problema.
Nómadas
Polo Norte, destino invisible
20/04/2024
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