En el centro de la extensa costa dálmata y a cuatrocientos kilómetros de Zagreb nos recibe la segunda ciudad más importante de Croacia. Split es especial por muchos motivos, pero el más llamativo es su legado romano: todo el casco viejo se inscribe en las murallas del antiguo palacio romano de Diocleciano. Este emperador, incansable perseguidor de cristianos, eligió este lugar al borde del Adriático para pasar sus últimos años tras abdicar. Su descomunal residencia ha llegado hasta nuestros días con las lógicas transformaciones imprimidas por el paso de los siglos, particularmente durante la Edad Media. En compañía de la compositora y pianista Milena Perisic recorremos sus angostas calles; nos detenemos en lugares como el Peristilo, el vestíbulo del palacio, el templo de Júpiter o el antiguo mausoleo de Diocleciano, paradójicamente convertido en catedral católica. Los guías oficiales Daniela Bajic y Zarco Damjanovic nos facilitan la visita a algunos de estos rincones donde se siente el peso de la historia. No puede faltar en el paseo una parada en el Museo de la Ciudad ni en la Galería Mestrovic, dedicada al más célebre escultor croata contemporáneo. Contamos también con la visión de una bloguera de viajes de Split, Tea Vasiljevic (alias Travelina). Además nos embarcamos con Elena Burazin, recepcionista de un hotel, para conocer algunas preciosas playas y destinos cercanos.
Nómadas
Split, la ciudad en un palacio
14/09/2024
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