La fama de los bordados y la calidad de su materia prima hizo de Suzhou una parada fundamental en la Ruta de la Seda. De ella se dice que es el paraíso en la Tierra; una ciudad comercial llena de canales que transformó parte de los beneficios en la construcción de hermosos jardines, su seña de identidad. El Jardín del Administrador Humilde o el del Maestro de Redes son obras maestras del paisajismo, reflejos de la trascendencia metafísica de la belleza natural en la cultura china. Con estos argumentos la Unesco incorporó los jardines clásicos de Suzhou al listado del Patrimonio de la Humanidad. Accedemos a varios en compañía de la profesora Yu Wenqing (Qingqing) y su marido, el consultor industrial Enrique Luengo. Además contemplamos esbeltas pagodas como la del templo de Bao En o la torre inclinada que corona Tiger Hill. Paseamos al borde del agua en las calles Shantang Jie y Pingjiang Lu, recorremos el concurrido Museo de Suzhou y visitamos remansos de paz y naturaleza con las profesoras Lujia Li y Ma Jing, el profesor Wenhao Li y el catedrático de nanoelectrónica Mario Lanza, antiguo residente en esta ciudad perteneciente a la provincia de Jiangsu. Su moderno parque industrial, extendido en torno al lago Jinji, es a la vez distrito financiero, centro cultural y meca del ocio; lo investigamos con ayuda del ingeniero Xavi López, que señala un llamativo rascacielos con forma de pantalones como hito de su orilla oeste. Una escapada al pintoresco pueblo acuático de Tongli completa nuestro viaje a esta gran urbe al sur del delta del Yangtsé.
Nómadas
Suzhou, jardines de seda
14/10/2023
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