Una poesía sencilla, sin ornamentos que se ha preocupado de lo que acontece en el mundo y sobre todo de los problemas sociales de México. Es una manera de trabajar y de ver la vida a la que José Emilio Pacheco se mantuvo fiel hasta su muerte.
Profesor universitario, traductor y sobre todo poeta, el paso del tiempo y la marcha al más allá estuvieron presentes en poemarios como Los elementos de la noche, Los trabajos del mar o Ciudad de la memoria, aunque Pacheco también cultivó la narrativa breve con títulos como Morirás lejos o Las batallas del desierto. Todos ellos son trabajos que le han hecho merecedor de numerosos reconocimientos. En 2009 fue galardonado con el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, unos meses después llegaba el Cervantes.