Esta semana los ojos de nuestro voyeur se llenan de poesía. El pasado domingo se cumplían 30 años de la muerte de Vicente Aleixandre y un buen amigo nuestro, el poeta Javier Lostalé se ha querido meter en la piel de nuestro fisgón de las palabras para dar vida a uno de los más bellos poemas del autor: 'El último amor'.
Texto:
Amor mío, amor mío,
Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo.
Y acaba de irse aquella que nos quería. Acaba de
salir. Acabamos de oír cerrarse la puerta.
Todavía nuestros brazos están tendidos. Y la voz
se queja en la garganta.
Amor mío...
Cállate. Vuelve sobre tus pasos. Cierra despacio
la puerta, si es que no quedó bien cerrada.
Regrésate.
Siéntate ahí, y descansa.
No, no oigas el ruido de la calle. No vuelve. No
puede volver.
Se ha marchado, y estás solo.
No levantes los ojos para mirarlo todo, como si en
todo aún estuviera.
Se está haciendo de noche.
Ponte así: tu rostro en tu mano.
Apóyate. Descansa.
Te envuelve dulcemente la oscuridad, y
lentamente te borra.
Todavía respiras. Duerme.
Duerme si puedes. Duermes poquito a poco, deshaciéndote,
desliéndote en la noche que poco a poco te anega.
¿No oyes? No, ya no oyes. El puro
silencio eres tú, oh dormido, oh abandonado,
oh solitario.
¡Oh, si yo pudiera hacer
que nunca más despertases!
Las palabras del abandono. Las de la amargura.
Yo mismo, sí, yo y no otro.
Yo las oí. Sonaban como las demás. Daban el mismo
sonido.
Las decían los mismos labios, que hacían el mismo
movimiento.
Pero no se las podía oír igual. Porque significan:
las palabras
significan. Ay, si las palabras fuesen sólo un suave
sonido,
y cerrando los ojos se las pudiese escuchar en el sueño...
yo las oí. Y su sonido final fue como el de una
llave que se cierra.
Como un portazo.
Las oí, y quedé mudo.
Y oí los pasos que se alejaron.
Volví, y me senté.
Silenciosamente cerré la puerta yo mismo, sin ruido.
Y me senté, sin sollozo.
Sereno, mientras la noche empezaba.
La noche larga. Y apoyé mi cabeza en mi mano.
Y dije...
Pero no dije nada. Moví mis labios. Suavemente,
Suavísimamente.
Y dibujé todavía
el último gesto, ese
que yo ya nunca repetiría.
Porque era el último amor. ¿No lo sabes?
Era el último. Duérmete. Calla.
Era el último amor...
Y es de noche.
Título: Nacimiento único. Historia del corazón
Autor: Vicente Aleixandre
Editorial: Biblioteca Nueva
Voz: Javier Lostalé
Música: Lisi Búa
Actores: Pilar Oliva y Jon Rod