A menos de una semana para que se convalide la reforma laboral en el congreso, el plan B del Gobierno para sacar adelante la votación pasaría por sumar los apoyos de Ciudadanos y de otros grupos minoritarios. Los dos votos de UPN, el de CC y el de Compromís pueden ser clave.
El portavoz de UPN, Sergio Sayas, dice que todas las puertas están abiertas. Reconoce que el aval de los agentes sociales es positivo pero lamenta la frivolidad con la que el gobierno están encarando la negociación. Sayas reconoce que le han llamado las dos partes del gobierno y dice que el sentido de su voto va a depender de si hay o no concesiones al nacionalismo.
Ana Oramas (CC) tampoco ha decidido su voto. La portavoz de Coalicion Canarias reconoce que se ha visto con las dos partes, con el PSOE y con Trabajo, y avisa de que su voto depende de lo que haga el gobierno. Dice que si el texto no se toca, lo apoyarán.
Compromís tampoco ha decidido su voto. Joan Baldovi cree que la reforma tiene que salir con la mayoria de la investidura y sería peligroso aprobarla con Ciudadanos. Baldovi reconoce que no es un problema que entre Ciudadanos en la ecuación, pero insta al partido socialista a negociar con los socios y cree que todavía hay margen para llegar a un acuerdo.