En 1980, Aretha dio vida a una camarera en una escena memorable de la película Granujas a todo ritmo (The Blues Brothers), de John Landis. En zapatillas y ataviada con un ridículo delantal, su interpretación de "Think" seguía sonando demoledora, como un huracán desbocado en medio de la selva. Fue su particular homenaje a una época gloriosa, los quince años en Atlantic, que tocaba a su fin. Poco después firmó por el sello Arista, de Clive Davis, y encaró una lenta travesía en el desierto del crossover, salpicada por intervenciones públicas memorables, como la conmovedora recreación del viejo espiritual ?My country tis of Thee? en la toma de posesión del presidente Obama en 2009. En 2014, el asteroide 249516 fue rebautizado como asteroide Aretha en su honor. El año pasado anunció su retirada de los escenarios. Ya entonces empezaban a ser palpables los signos de una salud deteriorada por una enfermedad no revelada oficialmente (algunos medios hablaron de cáncer de páncreas). Hace unas semanas se confirmó la triste noticia, y hoy el soul llora de orfandad porque Aretha Franklin, la genuina Lady Soul, murió en su domicilio de Detroit el 16 de agosto de 2018.