Mimado por el público europeo, Lee Perry conoció en uno de sus viajes a Kingston a Mireille Ruegg, una millonaria suiza, fanática del reggae, con quien compartía numerosas creencias y aficiones, desde su odio por los impuestos y su rara espiritualidad hasta su desmedido interés por la vida extraterrestre, los platillos volantes y la ufología en general. El 30 de noviembre de 1991, Mireille y Perry contrajeron matrimonio en un templo de Hare Krishna de Zurich, con el británico Adrian Sherwood como padrino. Vegetariano y apartado del alcohol, Perry instaló su nuevo estudio de grabación, denominado Blue Ark ("el laboratorio secreto") en los sótanos de la lujosa mansión familiar, en un barrio residencial situado junto al Lago Zurich, donde se comparó con el mismísimo Frankenstein: "Me siento impulsado para continuar por un camino solo si ese camino me proporciona los dividendos correspondientes. Tuve que cerrar las puertas del reggae y prostituir mi música cuando me di cuenta de que había creado a Frankenstein y que éste quería devorarme. Ahora sé que Frankenstein ha vuelto para pedirme que salve al reggae, pero yo soy más grande que él, porque yo le creé".
Píntalo de negro. El soul y sus historias
Cuando Lee Perry se casó con una millonaria suiza
18/08/2020
08:35