Espíritu huraño y celoso de su intimidad, Van Morrison acostumbra a hablar sólo con sus canciones, las únicas claves públicas de una vida artística apasionada y una vida personal (probablemente) atormentada.
Mucho ha llovido en su biografía desde las primeras instantáneas de aquel joven airado y lleno de ilusiones que empezó interpretando R&B en la banda norirlandesa Them hace ya cuatro décadas hasta la imagen atribulada del actual Tío Vinagre. Desde el soul blanco hasta el misticismo gaélico, pasando por el jazz, el blues, el country y casi cualquier afluente de pop, Van Morrison ha ido picoteando en todos los géneros con proverbial fortuna hasta construirse una imagen de insobornable destajista, el genuino artista camaleónico de alma negra.