¿Qué pasa en la cocina cuando hay dos mentes creando, cuatro manos elaborando? ¿Cómo se gestiona la bicefalia, la suma de la imaginación? Y puestos a preguntar, seguimos disparando, dejando interrogantes sobre la mesa: ¿Madrid sigue teniendo capacidad para digerir aperturas, nuevas propuestas, aventuras arriesgadas, locuras pasionales?
La Latina es uno de los barrios más castizos y animados de la capital; y allí, en un pequeño espacio, levantaron su sueño, en febrero de 2020, Lalo y Pablo, dos jóvenes cocineros cargados de ideas, de sueños y de inquietudes. Y lo hicieron con vehemencia, como se hacen las cosas que brotan del alma; sin mas respaldo económico que el aliento de sus gentes más cercanas.
Y ese pequeño gastró hoy es sinónimo de disfrute, de goce, de sentimiento, de sensibilidad, de “chup chup”. Un espacio inundado de placeres mundanos.