<<Sentado en un banco escuchando a nuestros mayores, o en los bares del pueblo, es donde realmente se aprende de viticultura; es ahí donde están las grandes enseñanzas>>. Palabras de Roberto Oliván, Tentenublo Wines, uno de los proyectos más emocionantes y arraigados a la tierra, al terruño, que podemos encontrar hoy en día en Rioja. Vinos que nos trasladan al siglo pasado, que nos hacen disfrutar, frescos, hechiceros, con ese sabor tradicional, pese a que muchos quieran tildarlos de “vanguardia”: <<quienes así lo califican es porque tienen una memoria cortoplacista, no más allá de 30 40 años>>, sentencia este joven de Viñaspre, una aldea del término municipal de Elciego que le tiene atrapado, como te envuelve el chisporrotear de la lumbre en la chimenea del salón.
Quizá una de las sesiones más salvajes, rock & roll teñido de ese aroma especial que siempre se respiró por el Norte: protesta, marcha y mucha juerga. Y de colofón, Leño, “Entre las cejas”.