La comunidad científica ha comprobado que la participación de voluntarios en proyectos de ciencia ciudadana ayuda a mejorar la conservación de los ecosistemas marinos y, por tanto, contribuye a mitigar el impacto de la crisis ambiental.
Un nuevo estudio de la Universidad de Barcelona y el ICM-CSIC demuestra que es una herramienta eficaz para ayudar a conservar corales y gorgonias, muy amenazados en el Mediterráneo por el cambio global, sobre todo por el aumento de temperatura del agua.
Los investigadores han comprobado que los datos obtenidos por voluntarios formados durante dos días son comparables a los obtenidos por los científicos. Datos que desgraciadamente confirman la muerte y empeoramiento del estado de corales y gorgonias por las altas temperaturas en muchos puntos de la Costa Brava en Girona. La más impactada es la gorgonia blanca con un 80 por ciento de las poblaciones severamente afectadas.