Diseccionar su contenido es una buena manera de conocer qué y cómo consumimos. Es lo que ha hecho la Fundación ReZero que, tras analizar los residuos que generamos, apunta que consumimos menos pañales de un solo uso, a lo que nos acostumbramos en plena crisis económica, y hemos reducido más de un 35% las bolsas de plástico más comunes en los últimos doce años. Otra buena noticia es el aumento del consumo de productos ecológicos y de comercio justo.
En cambio generamos muchísimas más cápsulas de café, que no se reciclan y que ya representan el 15% del café consumido, cuando hace 15 años no superaban el 2%. El Informe de ReZero también lamenta que cada vez hay más productos de usar y tirar sin que se penalice su impacto y se deja de fomentar productos re-utilizables, compostables o fácilmente reciclables que puedan re-introducir a la economía productiva.
Tampoco se subsanan las carencias en los circuitos encargados de recoger y re-aprovechar materiales como textiles o voluminosos y solo se reutilizan un 7% de los aparatos eléctricos y electrónicos recuperados.