La comunidad científica ya ha demostrado que los bosques que crecen en un clima poco adecuado para ellos, como por ejemplo un abetal en un clima seco, fácilmente se ven más afectados por enfermedades forestales o el ataque de plagas.
No obstante, según un estudio del CREAF y la UAB publicado recientemente, el cambio climático está potenciando que incluso los bosques que viven en su ambiente más óptimo, los que se esperarían que fuesen más resistentes, se vean afectados por la infestación de escarabajos perforadores. ¿Cuál es el principal promotor para que esto suceda? La sequía.
El estudio concluye que las grandes olas de calor, junto con las sequías que las acompañan, ponen a los bosques al límite de su resistencia y los exponen al ataque de insectos, una mezcla detonante que luego provoca mortalidades por plagas en grandes masas forestales. Tras estudiar los bosques de coníferas de toda Europa durante los últimos 10 años se concluye que el 30% de los árboles están afectados por alguna plaga forestal y el 6% muertos.
Los bosques de coníferes del centro, norte y este de Europa son, según la investigación, los más afectados.