Tras recoger hasta tres toneladas de cáscaras de pipas por temporada, el estadio de futbol donostiarra de Anoeta ha decidido dar una nueva vida a este residuo orgánico: reciclarlo para transformarlo en abono fertilizante para las huertas de Gipuzkoa. Es la brillante idea que ha tenido la Real Sociedad. En cada partido el club donostiarra entrega a cada aficionado que acude a Anoeta un recipiente biodegradable para depositar las cáscaras y reciclar y dar valor a un deshecho que no recibe ningún tratamiento y acaba pudriéndose en un vertedero. La campaña de Anoeta a las huertas de Gipuzkoa es como se conoce este proyecto contra el cambio climático. Las pipas de Anoeta podrían transformarse en 30 toneladas de abono natural. La Fundación Kutxa distribuirá todo este fertilizante entre las 1.200 parcelas de agricultura ecológica que tiene repartidas por Gipuzkoa.
Planeta vivo
La segunda vida de las pipas
27/02/2019
01:42