Se calcula que más de 20.000 millones de productos dedicados a la menstruación se desechan cada año dañando el medio ambiente. Los tamponestardan en desaparecer unos seis meses y sus aplicadores de plástico, cientos de años. Las compresas,90% plástico, tardan 300 años en biodegradarse. Se calcula que cada mujer utilizará unos 11.000 productos desechables para el periodo a lo largo de su vida, en su mayoría fabricados con algodón, rayón, plásticos y aditivos con químicos y pesticidas, que además pueden causar problemas de salud a las mujeres y generar efectos nocivos en el planeta.
Como alternativa sostenible están las copas menstruales. Fabricadas en silicona de grado médico, un material natural que no contiene ningún tipo de aditivo ni suavizante por lo que son hipoalergénicas, desde hace está demostrado en la sociedad actual la seguridad de la silicona médica y su nulo rechazo por el organismo.