En el trigésimo octavo programa de Poesía Exterior acudimos a la infancia y adolescencia del poeta Julio Santiago para redescubrir a Gloria Fuertes quien, a diferencia de lo que la memoria de muchos afirma, fue poeta profundamente consagrada, admirada en nuestro gremio por su lucidez sencilla y contagiosa, sus poemas sociales escritos sin miedo, su crítica profunda de la moral establecida y de la propia profundidad impostada... y esa melancólica ternura que da el saberse casi a solas en esas y otras batallas.
¿Era la irreverencia de su obra, calco de la irreverencia de su vida? ¿Puede un ser humano conocerse a sí mismo ya desde su infancia? ¿Cuáles fueron las lecturas que la convencieron, alguna vez o en adelante, de querer leerse a sí misma? ¿Fue la enfermería su verdadera vocación?
A veces tenemos la sensación de que, para conocer en verdad a Gloria Fuertes —sucede sólo con los buenos poetas—, hubiese sido imprescindible vivir su propia vida. No nos fue posible pero, por fortuna, siempre nos quedará Julio Santiago.
Primer Júpiter del año. En la medida de lo posible, no dejes de vivir por miedo a perder la vida.