Poesía exterior
Que nadie trate de salvarme de ser un hombre libre
05/09/2024
25:31
En la bicentésimo novena desobediencia de Poesía Exterior, creemos adecuado recordar que todo está bajo control… del enemigo.
Obedecemos por ausencia de principios personales, por pereza y sólo a aquel que nos asusta. Obedecemos por costumbre y aprendimos la costumbre en el colegio. No obedecemos para que nos amen sino para evitar que nos lastimen. Obedecemos, incluso, para evitar quedarnos solos sintiéndonos erróneamente acompañados. Y, de tanto que evitamos ser nosotros mismos, acabamos obedeciendo sólo al que mejor nos evita para que no podamos comprender a quién obedecemos.