Célebre por una novela, El jardín de los Finzi-Contini, que dio la vuelta al mundo y fue llevada al cine de forma inolvidable por Vittorio de Sica, y uno de los más grandes escritores de la posguerra y en general de todo el siglo XX, Giorgio Bassani (nacido en Bolonia en 1916 y fallecido en Roma en 2000) sería en nuestro país durante un tiempo uno de los menos favorecidos editorialmente y más tarde también uno de los más injustamente caídos en el olvido. Esto si se tiene en cuenta a otros grandes de su tiempo, pertenecientes a la Edad de Oro de la literatura y el cine en Italia, como es el caso de Italo Calvino, Dino Buzzati, Primo Levi, Lampedusa o Pasolini, con los que no pasó lo mismo. Periódicamente serían recordados y homenajeados.
Poeta, esplendoroso narrador, ensayista, director de revistas literarias míticas como Bottegue Oscure, guionista de Visconti en la maravillosa película Senso, así como de otros muchos directores, presidente del Festival de Cine de Venecia, Bassani pasaría a la historia igualmente por haber sido el editor y descubridor en Feltrinelli de la novela italiana posiblemente más famosa del siglo XX, El Gatopardo, rechazada por otras importantes editoriales.