En 1999 la escritora Jhumpa Lahiri, nacida en Londres en 1967, y perteneciente a una familia bengalí que pocos años después se trasladaría con ella a los Estados Unidos, irrumpió de forma espectacular en el mercado norteamericano con una espléndida colección de relatos que llevaba por título El intérprete de emociones. Un libro con el que obtendría el Premio Pulitzer de aquel año. Luego seguirían otros más como la novela El buen nombre o la colección de cuentos Tierra desacostumbrada, unas irónicas y multiculturales obras, siempre a caballo entre varios mundos, donde aparecían sin cesar datos de su propia vida. Es decir, de la vida de una primera y joven generación nacida ya en la diáspora de tierras extranjeras, pero con un cordón umbilical firmemente ligado, por obligación y por respeto, a esos orígenes familiares de los que provenían. Unos orígenes mantenidos por los mayores con firmeza y casi ansiedad en ocasiones, y a la vez vividos por todos ellos en general como una complicada amalgama y maraña de contradicciones y conflictos traumáticos e incluso humorísticos que se suceden día tras día, con continuas improvisaciones y “accidentes” de última hora. Criados en Europa, los Estados Unidos o Canadá, esta brillante diáspora de primera generación iría forjando un notable grupo de escritores, entre ellos el anglopaquistaní Hanif Kureishi. En 2015 esta escritora dio un paso importante e insólito: abandonó la lengua en la que había estado creando hasta entonces, el inglés, para entregarse, en una decisión apasionada, escribir en italiano, publicando un primer libro o autorretrato emocionante titulado En otras palabras.
Por las fronteras de Europa
Jhumpa Lahiri: interpretando emociones
15/10/2024
11:45