El británico J. R. Ackerley (nacido en Londres en 1896 y fallecido en esa misma ciudad en 1967) es un escritor de escasas pero contundentes perlas literarias, de ésas que difícilmente se olvidan, con momentos realmente desternillantes. Entre las décadas de los años 30 y 50 del pasado siglo sería editor literario de The Listener y gracias a él aparecerían en esa publicación firmas como las de E. M. Forster, Christopher Isherwood, Philip Larkin o Ted Hughes. Pero al contrario que su gran amigo Forster, Ackerley, que pertenecía por nacimiento a la generación de Robert Graves, de J. R. R. Tolkien y Aldous Huxley, no tuvo jamás ningún problema en aceptar plena y públicamente su homosexualidad, cosa que atestigua su exigua pero transparente bibliografía: Hindoo Holiday (Vacación hindú, de 1932), que fue su primer libro dedicado a su estancia de cinco meses en la India; su única novela aparecida en 1960, Vales tu peso en oro, y dos libros poco usuales de memorias, Mi padre y yo (publicado póstumamente, en 1968) y Mi hermana y yo (también póstumo, de 1982) así como otro libro mítico, como ha sucedido invariablemente con todos los suyos, también de memorias, titulado Mi perro Tulip (de 1956), dedicado a su querida perra alsaciana, con la que compartió «los quince años más felices» de su vida como él decía, y que venía a unirse zoológicamente a la biografía de otro famoso perro literario inglés, Flush, de su contemporánea Virginia Woolf.
Por las fronteras de Europa
J. R. Ackerley: Vacaciones en la India
09/07/2024
07:31