Junto a la célebre obra teatral de John Osborne, Look Back in Anger, de 1958, que daría nombre a un movimiento espontáneo e iconoclasta de jóvenes rebeldes (los llamados «Angry Young Men») surgido en Inglaterra a mitad de los años 50, La suerte de Jim del escritor británico Kingsley Amis (nacido en Londres, en 1922 y fallecido en la misma ciudad en 1995), que más tarde sería conocido casi únicamente como padre del famoso novelista actual Martin Amis, daría por anticipado, en 1954, el pistoletazo de salida simbólico y emblemático de aquella especie de iracunda guerrilla cultural del descontento y la decepción en muchos de los campos de la época, desde los estéticos hasta los sociales. Una guerrilla urbana formada por un grupo de escritores jóvenes que encarnaban nuevas vías de un realismo militante, comprensible por todos, después de literaturas arduas y experimentales como las de James Joyce, Virginia Woolf y D. H. Lawrence, que gente amante de lo directo, mucho menos intelectual y mucho más destemplada y primaria, como era el caso del mismo Kingsley Amis, consideraban «oscuras y pretenciosas».
Por las fronteras de Europa
Kingsley Amis y los jóvenes airados
11/06/2024
09:01