Escritora, feminista y reportera, una mezcla de la comprometida autora Lilian Hellman y de un futuro Kapuscinski, la británica Rebecca West (1892-1983) aunaría una inagotable curiosidad por ahondar en los más diversos debates sociales y políticos de su tiempo junto a una solidísima formación como historiadora, antropóloga y cronista. A ello se añadían unas refinadas y penetrantes dotes literarias en cualquiera de los escritos que emprendería.
Mordaz, irónica, aguda, de temperamento rebelde y poco conformista, pocos campos le quedarían vedados a esta ardiente polemista y mujer de letras: periodista de gran influencia; novelista de fama (su obra Matrimonio indisoluble, de 1914; Harriet Hume, de 1929; o bien su trilogía autobiográfica dedicada a “los Aubrey”, aparecida entre 1956 y 1985); cronista de grandes procesos como los juicios de Núremberg (Un reguero de pólvora, de 1955, que se uniría a un excelente estudio sobre los fascistas británicos durante la Segunda Guerra Mundial , El significado de la traición); viajera (sus célebres reportajes sobre los Balcanes de Cordero negro, halcón gris: un viaje al interior de Yugoslavia, o Survivors in Mexico, sobre viajes realizados entre 1966 y 1969); pionera del feminismo y de los movimientos sufragistas, crítica literaria para diversas publicaciones, así como autora de ensayos sobre Henry James, Kafka o James Joyce.