Hoy en Por tres razones ahondamos en una de las fracciones de la guerra de Ucrania. Los ciberataques perpetrados por Rusia han puesto de manifiesto una realidad que acompaña a las guerras del siglo XXI: las ofensivas no se producen sólo por tierra, mar o aire, sino que la propia red de diferentes territorios es susceptible de ser atacada. Rusia tiene capacidad para realizar este tipo de ataques a diferentes países del mundo, según Francisco Pérez Bes, vocal jurídico de la Asociación Arco Atlántico de Ciberseguridad y antiguo secretario general del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE).
Este tipo de guerra, conocida como híbrida, consiste en desestabilizar diferentes aspectos, tanto analógicos como digitales. Como resalta Josep Albors, responsable de investigación y concienciación de la empresa de ciberseguridad ESET España, los objetivos de este tipo de ataques son las instituciones, empreas y organizaciones que conforman las estructuras críticas de diferentes estados.
Pérez Bes señala que estas últimas semanas Ucrania ha sido testigo de cómo más de 70 páginas web de distintos organismos gubernamentales ucranianos y, en ocasiones, se ha instalado software malicioso diseñado para hacer inoperativos sus sistemas, un plan enmarcado en el amplio libro de técnicas de agresión no militar que tienen en Rusia.