Como cada viernes en Por tres razones recibimos la visita de Miguel Baselga con su sección "Lo que no me contaron en el conservatorio" en la que hoy nos intenta convencer de que la actual patrona de la música, Santa Cecilia, debería ser sustituida por el personaje de quien nos habla hoy: Guido D'Arezzo.
Baselga explica cómo tres de las aportaciones de este monje benedictino a la lectura musical han permitido el desarrollo de las sinfonías hasta el día de hoy. El que después fuera considerado "padre de la música moderna", fue el precursor de la escala diatónica, nombrando las 6 primeras notas musicales conocidas por todo el mundo: Do, Re, Mi, Fa, Sol y La. El segundo invento fue la transcripción de estas notas, a través de un símbolo llamado neuma, precedente a la simbología musical de la actualidad y con su colocación en el precedente de las partituras actuales: el tetragrama, la composición de 4 líneas que permitía situar los componentes musicales para saber la duración, el aumento o reducción del sonido, etc.