El infinito en un junco de Irene Vallejo sigue recibiendo premios tres años después de haberse publicado. Cuesta creer que un libro tan luminoso se escribiera en un momento de oscuridad. La escritora rellenó las páginas mientras su hijo estaba ingresado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, y lo hizo "como refugio contra la angustia".
Ahora, en agradecimiento al trabajo de los profesionales que ayudaron a su hijo, Vallejo lanza 'Érase una voz', un proyecto junto a la Fundación Cultura en Vena, representada por Juan Alberto García de Cubas, que invita a cuentacuentos y narradores orales a las unidades de Pediatría y aulas hospitalarias, en las que trabaja la profesora Alicia Navarro, para contar historias. La autora nos cuenta todos los entresijos hoy en Por tres razones.
Las fotografías que aparecen en este podcast son de Jorge Fuembuena y James Rajotte.