Como cada viernes, hoy nos deleitamos en Por tres razones con la sección "Lo que no me contaron en el conservatorio" de Miguel Baselga, que se ha propuesto explicar la delgada línea entre tomar algo prestado y plagiar una obra haciéndola pasar por tuya, algo que se ha dado durante siglos en la historia de la música.
Para empezar, nuestro pianista nos explica cómo el himno de Francia, de Inglaterra o el de España están relacionados con obras de compositores muy lejanos a ser autóctonos. La Marcha Real Española fue 'reciclada' por el compositor ruso Mily Balakirev en 1857, y tres obras musicales de Charles Ives, Beethoven y Paganini, ninguno de ellos británico, suenan muy parecidas al "God Save the Queen" que se usa como himno en Inglaterra, aunque no haya ninguno oficial en el país.
Baselga introduce también los caprichos de Paganini compuestos para violín a principios del s. XIX, que luego serían reinterpretados por compositores como Johannes Brahms, Sergei Rachmaninoff o Witold Lutoslvsky. Para terminar, la historia de la famosa canción de Kaoma, "Lambada", plagiada a un grupo de folclore boliviano.