Postdata   Carta 145: Echo de menos Madrid (Especial San Isidro) 15/05/2020 59:51

Madrid, 1873.

Palabra de Benito Pérez Galdós

"A veces Madrid es un encanto, abierto bazar, exposición de alegrías y amenidades sin cuento, pero otras es una villa destartalada, sucia, incómoda, desapacible y obscura. Cuando llegué a Madrid desde Canarias para estudiar Derecho ganduleaba por las calles, plazas y callejuelas, gozando en observar la vida bulliciosa de esta ingente y abigarrada capital.

En los primeros meses no tardé en cambiar las aulas de la facultad por los cafés y pronto me convertí en un asiduo a las tertulias literarias del Universal, del Fornos o de la Iberia. También empecé a frecuentar los teatros, sobre todo el Real. Recuerdo que la primera vez me quedé medio atontado ante lo que veía y oía, cual si estuviera en un mundo distinto del que habitamos. Cosas y personas se me representaban agigantadas y sublimadas por ignorado poder de hechicería. Aquello no era natural, aquello era sueño, ocio de los sentidos y mentira del alma.

Pero no sólo empleé mi tiempo entre cafés y teatros. Me gustan los mercados, los comercios, las pañerías y los establecimientos de ropa blanca. Sobre todo desde que me mudé a Costanilla de los Ángeles. Me encanta mi nueva casa porque todo está tan a la mano... Debajo la carnicería; al lado ultramarinos; a dos pasos puesto de pescado; en la plazuela botica, confitería, molino de chocolate, casa de vacas, tienda de sedas, droguería, en fin, con decir que todo...

Pero si tuviera que elegir un solo lugar de Madrid sería El Ateneo. Se ubica en un caserón de la calle Montera. Recientemente participé en una conferencia titulada “Crónica de Madrid”. Parte de mi discurso decía "Es mi Ateneo, mi cuna literaria, el ambiente fecundo donde germinaron y crecieron modestamente las pobres flores que sembró en mi alma la ambición juvenil".

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