Panamá mantiene su rechazo a una negociación por el sobrecoste de las obras de ampliación del Canal. El presidente panameño, Ricardo Martinelli, se ha mostrado tajante, incluso irritado, en su primera reacción tras el anuncio del consorcio liderado por Sacyr de que en tres semanas suspenderán las obras.
Martinelli ha anunciado un posible viaje a España e Italia, cuyos gobiernos, dice el presidente panameño, tienen una responsabilidad moral:
"Voy a ir a España e Italia a exigirle a estos gobiernos, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostos en una obra de ampliación, que es una obra de la humanidad, que cuando ellos licitaron pusieron un precio y ahora vienen con el cuentito de que están subiendo los precios".
El administrador de la vía interoceánica, Jorge Luis Quijano, ha asegurado que la autoridad del Canal de Panamá no tiene forma de justificar los montos y que no entiende la cifra de 1.600 millones de dólares solicitada por el consorcio como sobrecoste. Quijano ha añadido que no existe ninguna comunicación entre ambas partes, algo que ha confirmado a RNE en una entrevista el embajador de España en Panamá, Jesús Silva.
"Estamos intentando que se vuelvan a sentar a dialogar y ver en qué medida se puede llegar todavía a un acuerdo".
El embajador español ha sido convocado hoy junto al embajador italiano por el presidente Martinelli y se están haciendo gestiones para que la ministra de Fomento, Ana Pastor, viaje a Panamá para negociar en el contencioso.