El periódico británico 'The Independent' revela en su edición on-line que Gran Bretaña dirige una estación secreta de control en Medio Oriente que intercepta y procesa grandes cantidades de correos electrónicos, llamadas telefónicas y tráfico web para agencias de inteligencia occidentales. Según el periódico, la información es procesada por el servicio de inteligencia británico y compartida con la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA). El Gobierno afirma, según 'The Independent', que la estación es un elemento clave en la "guerra contra el terrorismo en Occidente " y proporciona un sistema vital de "alerta temprana" ante posibles ataques terroristas en todo el mundo.
Según el diario, el temor a que esa base pudiera ser descubierta fue uno de los motivos por los que, supuestamente, el Gobierno de David Cameron pidió al periódico 'The Guardian' que destruyera los discos duros con información secreta que les fue filtrada por el agente de la CIA Edward Snowden.