El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fijó el 31 de agosto como fecha límite para el fin de la misión del Ejército estadounidense en Irak. Sin embargo, la última brigada de combate que quedaba ha abandonado ya el país hacia Kuwait. Un momento que el Departamento de Estado ha calificado de "histórico" y que marca el fin de la llamada Operación Libertad Iraquí que comenzó en 2003.
Siete años después, los soldados vuelven a sus casas algo desconcertados y sin terminar de creerse que todo haya acabado. "Es duro explicar cómo se siente uno cuando ha llegado al final", cuenta uno de ellos, "esta guerra ha marcado un antes y un después en la vida de muchos militares estadounidenses. Y hoy ha acabado".
No obstante, 56.000 soldados se quedan en Irak para comenzar el 1 de septiembre una misión completamente nueva. De hecho, la han bautizado "Nuevo amanecer" y su objetivo principal será entrenar y apoyar al Ejército irakí.