Bombardeos de saturación sistemáticos sobre Ucrania con cazas y misiles balísticos para destruir sus infraestructuras y depósitos de combustible, junto con una guerra de movientos en el sur y sureste del país. Este sería el eje de la segunda fase en que ha entrado la guerra de Putin contra Kiev, después de haber fallado en sus objetivos iníciales, según el vicealmirante, retirado, José María Sanjurjo Jul, actual vicepresidente de la Real Academia de Ingeniería de España, con quien hemos conversado en la edición de hoy.
Doctor ingeniero de Armas Navales, el vicealmirante Sanjurjo considera que la guerra será larga, de meses, aunque no de años. En este nuevo ciclo de la contienda, considera que Occidente debería suministrar al ejército ucraniano artillería de largo alcance tendrá que batallar con obuses de largo alcance o Radares de Detección de Artillería Enemigas, "que al calcular las coordenadas del punto desde el que se dispara, permite realizar contraataques muy efectivos". Además, ha hecho hincapié en que ceder material sofisticado, como los cazas MIG-29, "es fácil de decir, pero difícil de implementar".
A juicio del vicealmirante Sanjurjo, Putin busca convertir Ucrania en una nación inviable. Para ello, el presidente ruso tratará ahora de cerrar a Kiev su salida al mar, conquistando todo el sur desde Mariupol hasta Odesa, y quedándose con las centrales nucleares de esa región, como la de Zaporiyia.
El vicepresidente de la Real Academia de Ingeniería ha advertido, durante nuestra conversación, que "cada día que pasa la guerra es un peligro para todo el mundo". Desde esa perspectiva, piensa que la población es suficientemente adulta para entender que "desde la crisis de los misiles en Cuba (1962), nunca estuvimos más cerca, como ahora, de una confrontación con Rusia".
La Unión Europea -cree José Manuel Sanjurjo- debe, con urgencia, "cortar su dependencia energética con la Federación rusa". Al respecto -añade-, "no se puede tener soberanía de seguridad si no se tiene soberanía energética". Para ese fin, considera que, pese a ser incorrectamente político, vuelve a estar sobre la mesa la energía nuclear. Porque a largo plazo, concluye, "con sol y viento no se va a solucionar esto".
Al terminar su servicio activo, el vicealmirante José Manuel Sanjurjo fue nombrado director del astillero de Navantia en Cartagena. Puesto desde el que asumió el rediseño del submarino S-80, tras las primeras pruebas fallidas del prototipo por un problema de pesos. "Aunque EE.UU. nos prestó, desde luego, una importante ayuda, el rediseño del S-80 Plus fue absolutamente español, no norteamericano, como trasladaron algunos medios", ha reivindicado en la antena de RNE.