Las dos únicas fábricas de munición para artillería pesada del calibre 155 mm que quedan en suelo español son de propiedad eslovaca y alemana. El capital extranjero gobierna el setenta y cinco por ciento de la industria de Defensa nacional. Esta situación evidencia que "no tenemos una autonomía estratégica como sería de desear en estos momentos, y nos estamos dando cuenta", ha advertido, en nuestro programa, el general de división, retirado, Manfredo Monforte, del cuerpo de ingenieros politécnicos del Ejército de Tierra, y antiguo subdierector del INTA. Advierte que más que armamento, España, séptima en el ranking mundial, exporta sistemas. No obstante, reconoce el esfuerzo que, a su juicio, realizan varias empresas medianas españolas por colocar sus productos en el mercado internacional.
El general Monforte, doctor ingeniero, ha enfatizado que "la industria militar de Rusia deja mucho que desear; nos ha sorprendido por su bajo nivel". Al respecto, recuerda que "es heredera de la industria soviética, anquilosada, con grandes fábricas para suministrar a todo el imperio, pero no adaptadas a los tiempos".
Además de analista del sector industrial, el GD Manfredo Monforte es el secretario de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares (ACAMI), donde observan el mundo militar de forma sistémica. "Nosotros, militares y civiles, lo que hacemos en ACAMI es analizar el pasado, visualizar el presente y , sobre todo, idear cómo será el futuro que preferimos, desde un punto de vista prospectivo".
El general Monforte advierte de que el futuro es siempre incierto. "Hay futuros probables, hay futuros posibles y hay futuros deseados. Nosotros queremos que la Defensa tenga un papel disuasorio, que nunca tenga que actuar, es como ser bombero y no tener nunca un incendio en la ciudad". Remacha que "no actuar es lo que todos deseamos, pero, si hay que intervenir, hay que estar preparados".