Ucrania no dispondrá de una fuerza aérea de quinta generación antes del segundo semestre de 2024, según el análisis que el almirante (r) Juan Rodríguez Garat ha realizado en la edición de hoy de Radar 3.0. A su juicio, ?solo con la superioridad aérea, Zelensky podrá expulsar a los rusos de aquellos sitios de los que sea posible retirarlos, y recuperar, al menos, un acceso al mar de Azov?. En todo caso, advierte de que ?ocurra lo que ocurra, el ejército ucraniano no podrá echar a los rusos y prorrusos de las capitales del Donbas y Lugansk. Porque para hacerlo tendría que destruir las ciudades, como hizo el Kremlin en Mariupol, Bajmut o Severodonesk, y eso, con armas occidentales, no se le va a permitir". Así que lo más seguro es que "se configuren unos límites, unas fronteras armadas que Putin conseguirá defender dentro del territorio ucraniano. Por eso, esta guerra no tendrá un final militar?, remacha este marino con cuarenta y siete años de servicio en la Armada, de los que veinticuatro estuvo embarcado, con ocho mandos navales, entre ellos, agrupaciones marítimas permanentes de la OTAN (SNMG, en sus siglas en inglés) y de ?Atalanta?, la operación de la Unión Europea para combatir la piratería en el océano Índico y la cuenca de Somalia.
El almirante Rodríguez Garat ha hecho hincapié en que antes de la invasión rusa de Ucrania, ?en la sociedad española dominaba el negacionismo de la guerra, que es cosa diferente del pacifismo, postura ética que se debe respetar?. En su opinión, ?es la primera vez, en muchos años, en que España ve las orejas al lobo de la guerra".
España duplicará su actual despliegue militar en el flanco oriental de la OTAN, frente a Rusia. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció a sus pares, reunidos en la cumbre aliada de Lituania, los días 11 y 12, que el Ejército de Tierra asumiría, con 700 efectivos el liderazgo del batallón de combate de la OTAN en Eslovaquia. La transferencia de autoridad tendrá lugar el próximo año. Y se configurará como el mayor contingente expatriado, por delante de las misiones internacionales del Líbano (ONU) y Letonia (OTAN), en estos momentos las dos principales, con unos 650 soldados cada una.
Además de Eslovaquia, el Gobierno ha comprometido otros doscientos cincuenta soldados más para la misión de Rumanía. País, bañado por el mar Negro, en el que ya se encuentra ubicado un radar de vigilancia aérea de largo alcance, operado por cuarenta efectivos del Grupo Móvil de Control Aéreo (GRUMOCA).
Asimismo, España se ha sumado al Protocolo de Garantías de Seguridad para Ucrania, bajo el paraguas del G7, núcleo que reúne a los países con las economías más avanzadas del planeta.