El Gobierno español mantiene un seguimiento permanente de las armas suministradas a Ucrania. La trazabilidad de las mismas permite a la ministra de Defensa, Margarita Robles, asegurar que, de momento, no han caído en manos de las tropas rusas, "es verdad que no podemos olvidar que estamos en una guerra, y que en una guerra puede pasar de todo". Fue la respuesta de Robles, a preguntas de Radio Nacional de España, sobre las garantías que tenía el Ejecutivo de que el material bélico español no se había empleado para atacar dentro del territorio ruso. Bélgica ha incoado una investigación sobre armas fabricadas en ese país que los insurgentes rusos anti Putin habrían empleado durante sus incursiones en la región de Belgorad, a unos veinte kilómetros de su frontera con Ucrania.
En la antena de RNE, el teniente general, retirado, del Ejército de Tierra aseguró que la Federación Rusa era el primer beneficiario de la voladura de la presa de Nova Kakhovka, ya que el posterior desbordamiento de las aguas embalsadas anegó más de 600 km. cuadrados de la región de Kherson, zona por la que la Federación Rusa podría haber intuido una de las líneas de fuerza de la contraofensiva ucraniana. El barro acumulado estaría dificultando el movimiento de unidades ligeras y pesadas para entrar a la península de Crimea, desde el río Dnieper.
La pasada semana, recordarán, dialogamos con Alberto Coll, antiguo decano de la Escuela de Guerra Naval de la Armada norteamericana, y catedrático de Relaciones Internacionales en la Facultad de Derecho de la Universidad de Paul, en Chicago, Estados Unidos, sobre el primer año de guerra en Ucrania.
Como bien saben, el tiempo de nuestro programa es limitado, va entre los boletines informativos de y media y de en punto, pero proseguimos preguntando en el estudio. Esa conversación, fuera de antena, es de la que, hoy, les hemos hecho partícipes.
El profesor Coll ha exhortado a que Occidente "no corra como un pollo con la cabeza cortada, en pánico, cuando el presidente Putin amenaza con las armas nucleares". Según este catedrático norteamericano, "al presidente Putin hay que recordarle que no domina la escalada, porque usted también tiene armas nucleares. Nosotros no tenemos el dominio de la escalada, pero tampoco Putin. Si él se atreve a escalar, nosotros también podemos escalar; él no va a tener el dominio de la escalada".