Los buques de la clase S-80, que aún no han entrado en servicio, ¿por qué plataforma serán sustituidos cuando agoten su ciclo vital dentro de tres décadas? Es la pregunta que se ha hecho en voz alta, en la Revista General de Marina, órgano oficial de la Armada, el vicealmirante, retirado, José Manuel Sanjurjo, actual vicepresidente de la Real Academia de la Ingeniería.
Antiguo director del astillero de Navantia en Cartagena, y responsable del rediseño, precisamente, del programa S-80+, después de los handicaps de pesos que retrasaron ese desarrollo tecnológico, Sanjurjo no duda de que la propulsión nuclear "sería para la Armada el salto tecnológico más importante desde que pasó de la vela al vapor".
Reconoce que un programa de propulsión atómica es caro. Cada submarino nuclear ronda los $2500 millones, sin contar los desembolsos para las infraestructuras para una nueva base naval que los albergara. Pero recuerda que Australia, con un PIB ligeramente superior al español, va adquirir una flota de diez unidades. Puntualiza que, antes, "debería haber un gran acuerdo político. Como pasa siempre, las sociedades deben decidir si merece la pena una inversión económica de ese calado".
El vicealmirante, dirigió tres años el astillero de Navantia en Cartagena, cree que España tiene músculo tecnológico suficiente para asumir un programa de submarinos nucleares, siempre que lo hiciera en cooperación con alguno de los tres aliados que los poseen: Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
Sobre la evolución en la guerra en Ucrania, José Manuel Sanjurjo, doctor ingeniero de Armas, considera que el conflicto ha puesto de manifiesto que "la industria europea de Defensa no es capaz de mantener el suministro de munición de 155 mm en una guerra de larga duración, estancada como en la IGM". Putin, aduce, está preparado para una guerra prolongada; "lo que dure".
Piensa además que las renuencias de Polonia y Hungría a las exportaciones del grano ucraniano "podrían abrir una brecha en el apoyo aliado" al país invadido por la Federación Rusa.