Los cuarenta mil millones de dólares que Estados Unidos lleva invertidos en apoyar militarmente a Ucrania representa un porcentaje ínfimo de su PIB, según el catedrático de Derecho Internacional Público en la universidad DePaul, en Chicago, Illinois, Alberto Coll. Este antiguo alto cargo del Pentágono, en los años 90 del pasado siglo, ha hecho hincapié en que "esencialmente, estamos degradando el poderío militar ruso a un costo muy, muy bajo, que va hacer más fácil para Estados Unidos manejar la amenaza rusa en el futuro".
Durante su entrevista con Radar 3.0, el profesor Coll ha subrayado que "el plan de paz de China es un chiste. Porque lo que propone es, esencialmente, ceder a Putin los territorios que ha ocupado, y eso hace que si, dentro de siete u ocho años, Rusia quiere comenzar de nuevo una ofensiva, Ucrania quedaría mucho más vulnerable aún que en 2014-2022. Entonces, el plan de la China no tiene credibilidad ninguna".
Alberto Coll considera que, a punto de cumplirse 16 meses de la invasión de Ucrania, el presidente Putin "aun piensa que Occidente es una potencia débil y decadente, y se va a cansar". Según el profesor, "el presidente ruso cree que con perseverancia puede agotar a los aliados de Zelensky, llevándolos al punto de que estén dispuestos a negociar grandes partes del territorio ucraniano para cedérselos a él".
Sobre los temores europeos a que un presidente republicano pueda dejar de apoyar a Ucrania, el profesor norteamericano advierte que "a pesar de la retórica de Trump, y también la bastante indecisa, y algo decepcionante, del gobernador De Santis, sabemos que la élite dirigente de la política exterior republicana está muy a favor de apoyar a Ucrania. Entonces, el próximo presidente republicano, ¿a quién traería a su equipo de Seguridad Nacional? Traería a una élite profesional que lo asesoraría para seguir con esta política muy firme hacia Putin, y hacia Ucrania".