Las fuerzas expedicionarias en el país del Tigris y el Éufrates se incrementarán así un 50 %, pasando de los actuales 300 efectivos a 450. La naturaleza de la misión continuará siendo de no combate, y solo de adiestramiento, pero enfocado al postconflicto, una vez sea expulsado el Daésh de Mosul.
La ampliación de estos 150 efectivos, aprobada por el Consejo de Ministros del viernes, depende ahora de la luz verde del pleno del Congreso.
De los 150 nuevos soldados, 25 serán guardias civiles. Se encargarán de adiestrar a la policía iraquí en el control de las ciudades liberadas para el imperio de la ley y el orden. También en el control de fronteras, aunque esta función la realizarán conjuntamente con las tropas del Regimiento de regulares de Melilla número 52.
Nuestro país es uno de los 67 aliados que integran esa coalición internacional contra el Daésh-ISIS en Irak y Siria.
El nuevo contingente se acantonará en la base multinacional de la OTAN en Besmayah, que lidera España.