Mientras en Nepal el número de muertos iba creciendo sin parar, fuera del país se han ido repitiendo además las expresiones de solidaridad. Los reyes Felipe VI y Letizia de España enviaron un telegrama de condolencia al presidente de Nepal, Ran Baran Yadav, y el primer ministro indio, Narendra Modi, convocaba de urgencia a su gabinete para tratar de responder a los efectos de la tragedia tanto en la India, donde se han registrado 34 muertos, como en el vecino Nepal. Modi ordenó el envío además de un avión que ya llegó a Katmandú con tres toneladas de equipamiento y un cuerpo de especialistas en catástrofes, al tiempo que otros países iban anunciando el envío de ayuda. China, donde el seísmo ha causado 13 muertos, indicó que enviará a Nepal un equipo de rescate con 40 expertos. Israel informó de que enviará equipos de rescate y búsqueda así como médicos en breve y prestarán ayuda en un punto cercano a la zona del desastre. La Unión Europea (UE) anunció que estudia dar ayuda financiera y el presidente de Francia, François Hollande, expresó su solidaridad al tiempo de ofrecer la ayuda de su país.
Incluso en el Everest, el montañismo, que vive en esta época del año el inicio de la temporada en el pico más alto del planeta, sufrió el embate de la tragedia. El Gobierno de Nepal tiene constancia de al menos diez montañeros extranjeros muertos en el Everest. El gobierno regional de Asturias confirma que había varios alpinistas de la región. El montañero y fotógrafo español Javier Camacho Giménez, que se encontraba en el campo base para intentar ascender a la cumbre del Lhotse en el momento del terremoto, indicó que el terremoto provocó una avalancha desde el pico Pumori que sepultó algunos campamentos, especialmente donde estaban montañeros chinos y japoneses. Este es el peor terremoto en la historia reciente de Nepal y uno de los más fuertes desde hace diez años en la región, cuando un seísmo provocó una tragedia que causó más de 84.000 muertos en la Cachemira india y paquistaní. 25/04/15