Este domingo se ha producido un nuevo bombardeo en el centro de Járkov, sobre una zona residencial rodeada de viviendas. Las autoridades ucranianas no saben exactamente el número de víctimas, pero la situación es dramática, con una enorme destrucción y la gente horrorizada en las calles. Ayer resultaron heridos cuatro voluntarios de la ONG World Central Kitchen en un ataque a un centro comercial de la zona, donde se encontraban preparando comidas en un restaurante que fue afectado.
También continuarán repartiendo comidas en Rogan, una zona a las afuerzas de Járkov, insisten en que su trabajo es dar de comida a quienes lo necesitan. Por otra parte, Moscú les había dado un ultimátum a los soldados ucranianos que resisten en ciudades como Mariúpol y había prometido que si abandonaban las armas, su vida sería respetada y se les trataría como prisoneros de guerra. Sin embargo, el plazo de siete horas que Rusia les había dado no ha resultado y el presidente ucraniano ha advertido que si Rusia les elimina, se acaban las negociaciones de paz.
Informa Fran Sevilla, enviado especial