La floración de los árboles frutales es un espectáculo visual que cada vez atrae a más turistas a las zonas rurales. Para los agricultores, más que la flor, lo importante es el producto, pero ven en estas visitas una nueva fuente de ingresos. La afluencia masiva genera riqueza porque surgen nuevas empresas de actividades de aventura, alojamientos y restaurantes.
El Valle del Jerte, en Cáceres, hace 40 años que trabaja en la potenciación de su territorio, y sus productos. Entre ellos, uno de los más mediáticos, es la floración del cerca de un millón doscientos mil cerezos que entre abril y mayo, dan a las laderas del valle un color blanco-nieve. El boca a boca, y la publicidad en los medios, han hecho asentarse y crecer la economía de la zona en torno a este acontecimiento anual. Hoy buscan ampliar el interés a otros atractivos turísticos.
Es un reportaje de Virginia Solà, Carlos Enrique y Sara Boldú, Edición: Enric Ferrés, Sonorización: David Beltran, Ambientación Musical: Gerard Gual