El 4 de marzo de 1922, Friedrich Wilhelm Murnau estrenó en Berlín Nosferatu, Una sinfonía del horror. Murnau rodó una película totalmente innovadora, como con la utilización del color: tintó de sepia la película para las secuencias de luz y de azul las de oscuridad. Y algo más, algunas secuencias están en negativo para resaltar ciertos detalles, como el coche de caballos que lleva a Hutter al castillo de Orlok; en el rodaje iba cubierto con una sábana blanca para que pareciera muy negro… Además, la perfección de movimientos que exigía Murnau, hizo que muchas escenas se rodaran con metrónomo para conseguir el ritmo perfecto. Murnau utiliza el maquillaje y la iluminación para reflejar la monstruosidad del personaje y lo que representa. Cada vez que Orlok, interpretado por Max Schreck, entra o sale de plano nos encontramos con un corte de transición con el que resalta su pensamiento, a pesar de que su actuación parece completamente inexpresiva…
Reportajes en Radio 5
Centenario de Nosferatu
04/03/2022
06:40