Va a ser este un año electoral para Alemania, en el que Ángela Merkel tendrá la oportunidad de ver si los electores de ese país revalidan su política al frente del gobierno. La canciller se enfrenta a muchos y nuevos problemas. La crisis económica no está bajo control. La recesión llama a las puertas de Alemania. Hay un cansancio de Europa palpable en la política federal. No es de esperar un aumento del populismo pero sí un euroescepticismo creciente y convenientemente alimentado por los medios de comunicación que se pregunta si la UE garantiza la seguridad del dinero de los alemanes.
El primer test de Merkel se producirá este mes con unas elecciones regionales en la Baja Sajonia. También se observará el grado de recuperación de la oposición.