En torno a dos millones de trabajadores cobran el salario mínimo en nuestro país: mil euros, en 14 pagas. Son el doble que hace una década y viven entre la agonía y los números rojos. En un escenario de precios disparados, cada día que van al supermercado o llega una factura, se las desean para cuadrar las cuentas.
La última subida del salario mínimo fueron 35 euros, pero la inflación resta a esas nóminas entre 60 y 90 euros mensuales. Las familias tienen que gastar casi mil euros más al año para consumir lo mismo que hace doce meses, un esfuerzo imposible para más de diez millones de españoles que, según el INE, no llegan a fin de mes. Santos es uno de ellos. Tiene mujer, dos hijos y trabaja en un almacén. Gana mil euros al mes. Con eso viven los cuatro. Su historia es la de la pobreza laboral, la de un padre de familia que cada día se levanta para ir a trabajar mientras se estruja los sesos y el bolsillo para sobrevivir con el salario mínimo.
Es un reportaje de Elena Pernas y Javier Monterde.