El trigo es el cultivo más extendido del mundo. 220 millones de hectáreas que, aparte de dar de comer a mucha gente, cumple una función de mitigación del cambio climático. Poco se conoce del poder de los campos cultivados para atrapar carbono; por eso hoy lo traemos aquí, de la mano de una experta -bióloga y agroecóloga- que el próximo domingo recibirá un premio a la investigación que lleva a cabo desde hace años. Con Guiomar Carranza, de la Universidad Pablo de Olavide, ponemos la vista en ese grano poderoso del que obtenemos pan, pasta, tortas ….y muchos productos más.
Hoy el campo es nuestro destino, pero no solo el agrario; también ese que en estos días rastrean miles de personas en busca de un exquisito manjar que entra en las cocinas para elaborar selectos platos de otoño. Nos referimos a las setas, cuya característica culinaria es tan solo un resquicio de su verdadero potencial natural. Porque los hongos, tal y como se va a encargar de contarnos Joaquín Araújo, cumplen una función esencial e insustituible en la regeneración de los suelos, en el ciclo de la vida.