"Turismo y paz" es el lema del Día Internacional del Turismo que se celebra el 27 de septiembre. No es mala encomienda ligar un hecho al otro: convertir una actividad lúdica en factor para el fomento de la paz y el entendimiento entre naciones y culturas, y el apoyo a los procesos de reconciliación. Por eso echamos un vistazo a algunas propuestas que tienen en la naturaleza y en los aprovechamientos de recursos tradicionales su razón de ser. Porque mirar al campo es una buena fórmula para conseguir remansos de paz, serenidad y convivencia.
Acudimos primero a un entorno ganadero, mejor dicho a cuatro, convertidos en paradas de una original ruta que encuentra en las ovejas y en su lana un motivo de conexión rural. "Ruta lanera, tramando experiencias" es el nombre de esta propuesta que aterriza en Asturias, Galicia y Teruel, y que nos cuenta Begoña de Bernardo, de Casa Pousadoira.
De turismo de naturaleza hablaremos después con el fotógrafo Carlos Sánchez, director de Naturcyl, Feria Internacional de Ecoturismo, que prepara un aterrizaje dinámico y multidiverso en la localidad segoviana de La Granja. A partir de mañana, 19 de septiembre, y durante tres días, será posible participar de encuentros en los que se mezcla la observación de estrellas con la gastronomía, con la filosofía conservacionista o con las reservas de la biosfera.