El Gobierno no paga más los daños causados por desastres naturales. El Ejecutivo italiano está dispuesto a que el terremoto del Aquila sea el último siniestro natural que se cubre con dinero público.
Para ello, ha ideado un mecanismo por el que se permite a las regiones alzar el precio de las gasolinas hasta un máximo de 5 céntimos el litro. Con esa tasa, que no será obligatoria, se harán frente a futuros daños. Pero de esta manera, el ciudadano será doblemente castigado: los daños sufridos y el incremento del precio del combustible.
Así, el ejecutivo del primer ministro Mario Monti abandona al contribuyente en los brazos de las aseguradoras. El seguro contra la calamidad será voluntario. Aún se debe elaborar un reglamento para este seguro en el que se tendrán en cuenta algunos criterios, como la declaración de la renta a la hora de estipular el pago.
Hace unas semanas el Tribunal Constitucional echó para atrás esta medida porque establecía la obligatoriedad de subida de las gasolinas. En el texto actual es facultativo.
Pero la aseguración voluntaria establece una discriminación entre las personas que viven en zonas sísmicas y aquellas otras que habitan en tierras más estables. Este texto se conoce mientras la tierra ha vuelto a temblar esta mañana. Ha sido en Catania y Messina, pero los seísmos, de intensidad 2,5 en la escala Richter no han causado daños personales ni materiales.