El secretario del Pueblo De la Libertad (PDL), Angelino Alfano, se reúne este viernes con el jefe del estado italiano, Giorgio Napolitano, después de que su partido amagara con una crisis de Gobierno en el Parlamento.
Nada más conocerse que el exprimer ministro, Silvio Berlusconi, volvía a primera línea, su partido entró en campaña y se abstuvo en dos votaciones en la Cámara y el Senado. Las leyes salieron adelante pero los conservadores dejaron ver la silueta de su disconformidad. Una tensión de la que es consciente Napolitano.
La actitud mostrada el jueves por el partido de Berlusconi es, de hecho, el inicio de la campaña electoral. Alfano tratará de pactar con el presidente de la República un adelanto de los comicios, quizás a febrero.
Este movimiento ha dejado descolocado al centro izquierda, que según las encuestas es quien hoy ganaría las elecciones. Si la situación perdura, ellos se desgastan apoyando al gobierno técnico mientras Berlusconi hace campaña. Y no están por la labor.
También el centro de Casini y Montezemolo busca su sitio porque Il Cavalliere es capaz de aglutinar buena parte de su electorado.
La Liga Norte se frota las manos porque intuye que puede reverdecer viejos pactos que le llevaron al gobierno de Italia. Y Beppe Grillo sigue su cruzada aunque estos días un poco desplazado.